Se secaron todas las lágrimas
vertidas sobre los tejados
de colores.
El cielo
ha dejado de llorar;
el luto
se ha prolongado demasiado
y la calle no volverá
a ser la misma.
Ahora las casas
deben volver a brillar
como antes del diluvio,
cuando el cielo
no vertía su pena
sobre nosotros.
Sentados sobre los tejados
parecemos miniaturas
en una maqueta de juguete,
pero ya es hora de volver
a nuestro tamaño real;
los tejados están secos
y en la calle
la vida vuelve a vibrar.
LA MADRE
La madre veneno
hecha de hiedra,
devoradora de sus criaturas.
Cruel, irascible
y provocadora.
La tirana dominante
que controla el reino
y desprecia los afectos.
La madre tóxica,
iracunda, víctima
de sus demonios,
instigadora de dolor
e inerte al sufrimiento,
manipuladora en lo cotidiano
y madre devota cuando conviene.
La madre adolescente,
la despreciada siendo niña.
La inestable y frágil alma
que arroja fuego
contra los que la aman,
buscando por momentos
el amor que nunca tuvo.
