Tendidos sobre la cama
el velo de la noche
nos cubrió
y nuestra desnudez
se dibujó en el cielo
como una constelación.
Fuimos amantes viajeros,
compañeros de las estrellas,
dos cometas en movimiento
chocando entre las sábanas.
Tendidos sobre la cama
el velo de la noche
nos cubrió
y nuestra desnudez
se dibujó en el cielo
como una constelación.
Fuimos amantes viajeros,
compañeros de las estrellas,
dos cometas en movimiento
chocando entre las sábanas.
La luz que ilumina las mañanas es la misma para todos, pero nunca será dos veces igual para nosotros. Pre-implantes de un futuro sobreactu...
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